Cuentan de un sabi que un día...
Tristísimo. Mi madre y yo, jugabamos a recitarla, añadiendo a cada verso "por delante" y "por detràs" alternativamente. Queda:
Cuentan de un sabio que un día por delante,
tan pobre y mísero estaba por detrás,
que sólo se sustentaba por delante,
de unas hierbas que cogía por detrás,
¿Habrá otro, entre sí decía,por delante,
¿Habrá otro, entre sí decía,por delante,
más pobre y triste que yo? por detrás,
y cuando el rostro volvió por delante,
halló la respuesta, viendo por detrás,
que otro sabio iba cogiendo por delante,
las hierbas que él arrojó por detrás,
El abuelo era un hombre serio.
Militar de carrera, ex-capitán de la república, lo reconvirtieron en afilador de cuchillos en el mercado, de los que iban en bicicleta con una flauta de pan "pirubíiii pirubirooooo". Castigado por perder una guerra, le quedo siempre el aire a auténtico caballero español, de los que ofrecen el pañuelo a la viuda.
Cuando nos oia destrozar los versos de tan insigne poeta, se ponia muy tieso, marcial, y nos decia "Callar ya, niños cochinos!"
Tardé años en recordar que cuando lo decia, sonreia el también.
El abuelo era un hombre serio.
Militar de carrera, ex-capitán de la república, lo reconvirtieron en afilador de cuchillos en el mercado, de los que iban en bicicleta con una flauta de pan "pirubíiii pirubirooooo". Castigado por perder una guerra, le quedo siempre el aire a auténtico caballero español, de los que ofrecen el pañuelo a la viuda.
Cuando nos oia destrozar los versos de tan insigne poeta, se ponia muy tieso, marcial, y nos decia "Callar ya, niños cochinos!"
Tardé años en recordar que cuando lo decia, sonreia el también.
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