Punto de inflexión

Como las meigas. No existen, pero haberlas, haylas.
Pretendo, oh si. Aparecer otra vez. Y con el cambio entender por fin. Respirar hondo y que esta vez el sabor sea diferente.
Lo busco. Lo sigo. Casi puedo olerlo. Esta ahí, detrás del próximo minuto. Dándome esquinazo, el muy puta!
Puedo sentirlo, tan cerca, tan cerca, erizado el lomo, dispuesto a saltar, pensando, esperando.
Tantas ganas tengo de dejarme atrás, mudar de piel, aprender de una vez esta lección, que empieza a parecerse a aquel segundo de bachillerato, eterno y pesado.
Busco un punto de inflexión, el momento en que la curva cambia la tendencia, y lentamente te remonta por un camino diferente, devorando las xs y las ys en progresión logarítmica, con tendencia a infinito...
Busco un punto de inflexión, el momento del cambio, recordar, aceptar, olvidar, dejando atrás esta nube que de conocida me aburre.
Salgo de mi cabeza ya?
Vale? Uno, Dos, Tres, Salto! ?

Mientras espero, bocadillo de incertidumbre para desayunar.